Imagina un bocado que se derrite de forma deliciosa en tu boca: una delicada armonía de queso cremoso, el aroma especial e incomparable de la trufa negra, y el sutil estallido salado de las huevas de salmón.
Estos canapés son mucho más que un simple entrante, son pequeñas celebraciones de sabor que elevarán cualquier encuentro a una experiencia gourmet. Sencillos de preparar pero llenos de carácter, te invitan a disfrutar un momento de puro placer culinario.
Ingredientes para 6-8 personas:
- 1 paquete de pan de molde sin corteza
- 50 g de mantequilla
- 20 g de trufa negra fresca Tuber Melanosporum
- 50 g de queso cremoso
- 1 tarro de huevas de salmón
Preparación:
- Calienta una sartén o plancha y añade una nuez de mantequilla para tostar suavemente las rebanadas de pan hasta que estén doradas y ligeramente crujientes. También puedes tostar el pan en una tostadora para un resultado más ligero.
- Corta cada rebanada en dos elegantes triángulos, perfectos para recibir las capas de sabor.
- Unta una capa generosa de queso cremoso de sabor suave. Añade una cucharada de huevas de salmón que aportan un estallido delicado de sabor.
- Lamina finamente la trufa negra sobre el conjunto, dejando que su aroma impregne cada bocado. Cubre con otro triángulo de pan tostado, o apila dos o tres para una presentación más espectacular.
- Estos canapés, enriquecidos con la mantequilla y el queso cremoso, revelan el exquisito sabor de la trufa negra en cada bocado.
- Dispón los canapés en una bandeja bonita y prepárate para saborear cada instante.
Consejos para conseguir el perfecto canapé:
- Utilizar la trufa negra fresca es la clave: su aroma y sabor son incomparables.
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